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El fascículo 18 de la Flora de la República de Cuba abarca 200 páginas (incluso la parte introductoria). Comprende el tratamiento de la familia Caesalpiniaceae, con un total de 16 géneros y 88 especies. Los géneros aceptados como indígenas en Cuba son 12 y las especies 67, de las cuales 24 (36 %) se consideran endémicas, lo mismo que 6 de las 7 subespecies adicionales. Los géneros exóticos son 4 y las especies 21, cuya mitad (2 y 10, respectivamente) se consideran naturalizados; pero la distinción entre cultivo, ocurrencia subspontánea y naturalización no siempre es firme. Algunas especies son claramente invasoras, otras han sido así consideradas sin pruebas conclusivas. El texto se basa en una revisión de la familia, publicada en 1999 y parcialmente actualizada en 2007, que sin embargo necesitaba de una revisión crítica y completa.
Agradecemos a la autora que a pesar de carecer de acceso a los herbarios y a la literatura, y no obstante las dificultades de comunicación (agradecemos a Eddy Martínez por su ayuda en superarlas), se esforzó en lo posible a apoyar los redactores en su tarea. No siempre fue posible consultarla como hubiera sido deseable. Muchos cambios y complementos, incluso párrafos de texto completos (firmados [Red.]), carecen de su visto bueno. Los redactores asumimos la responsabilidad para errores eventuales que quizás introducimos por inadvertencia. Esperamos que, en reorganizar las claves de determinación para los grandes géneros, logramos a hacerlas más útiles y confiables. Este tratamiento se apoya en el estudio de casi 3000 especímenes de herbario.
El fascículo 18 de la Flora de la República de Cuba abarca 200 páginas (incluso la parte introductoria). Comprende el tratamiento de la familia Caesalpiniaceae, con un total de 16 géneros y 88 especies. Los géneros aceptados como indígenas en Cuba son 12 y las especies 67, de las cuales 24 (36 %) se consideran endémicas, lo mismo que 6 de las 7 subespecies adicionales. Los géneros exóticos son 4 y las especies 21, cuya mitad (2 y 10, respectivamente) se consideran naturalizados; pero la distinción entre cultivo, ocurrencia subspontánea y naturalización no siempre es firme. Algunas especies son claramente invasoras, otras han sido así consideradas sin pruebas conclusivas. El texto se basa en una revisión de la familia, publicada en 1999 y parcialmente actualizada en 2007, que sin embargo necesitaba de una revisión crítica y completa.
Agradecemos a la autora que a pesar de carecer de acceso a los herbarios y a la literatura, y no obstante las dificultades de comunicación (agradecemos a Eddy Martínez por su ayuda en superarlas), se esforzó en lo posible a apoyar los redactores en su tarea. No siempre fue posible consultarla como hubiera sido deseable. Muchos cambios y complementos, incluso párrafos de texto completos (firmados [Red.]), carecen de su visto bueno. Los redactores asumimos la responsabilidad para errores eventuales que quizás introducimos por inadvertencia. Esperamos que, en reorganizar las claves de determinación para los grandes géneros, logramos a hacerlas más útiles y confiables. Este tratamiento se apoya en el estudio de casi 3000 especímenes de herbario.
